CÓMO PURIFICAR EL AGUA
La
filtración es un proceso en el cual las partículas sólidas que se encuentran en
un fluido líquido o gaseoso se separan mediante un medio filtrante, o filtro,
que permite el paso del fluido a su través, pero retiene las partículas
sólidas. Unas veces. interesa recoger el fluido; otras, las partículas sólidas
y, en algunos casos, ambas cosas.
El
arte de la filtración era ya conocido por el hombre primitivo que obtenía agua
clara de un manantial turbio haciendo un agujero en la arena de la orilla a
profundidad mayor que el nivel del agua. El agujero se llenaba de agua clara
filtrada por la arena. El mismo procedimiento, perfeccionado y a gran escala,
ha sido usado durante más de cien años para clarificar el agua de , las
ciudades.
Los
elementos que intervienen en la filtración son:
un
medio filtrante
un
fluido con sólidos en suspensión
una
fuerza. una diferencia de presión que obligue al fluido a avanzar
un
dispositivo mecánico, llamado filtro que sostiene el medio filtrante, contiene
el fluido y permite la aplicación de la fuerza.
Medios
filtrantes
Se
pueden dividir en dos grupos:
- Los
que actúan formando una barrera delgada que permite el paso sólo del
fluido y no de las partículas sólidas en suspensión en él.
- Los
que actúan formando una barrera gruesa al paso del fluido.
Entre
los primeros, se encuentran los filtros de tela, los de criba y el papel de
filtro común de los laboratorios.
Entre
los segundos, mencionaremos los filtros de lecho de arena, los de cama de
coque, de cerámica porosa, metal poroso y los de precapa empleados en ciertas
filtraciones industriales que contienen precipitados gelatinosos.
Un
medio filtrante delgado ofrece una barrera en la que los poros son más pequeños
que las partículas en suspención, que son separadas del fluido y retenidas en
el filtro. En los medios filtrantes gruesos los poros pueden ser más gruesos
que las partículas que se van a separar, las cuales pueden acompañar al fluido
alguna distancia a través del medio, pero son retenidas más pronto o más tarde
por el medio filtrante en los finos intersticios que existen entre las
partículas que lo constituyen.
El
medio filtrante acaba cegándose por las partículas acumuladas; se debe entonces
lavar con fluido claro para limpiarlo y permitir que siga la filtración. Los
medios filtrantes delgados también pueden cegarse cuando por ellos se filtran
líquidos gelatinosos o que contienen partículas blandas y elásticas en
suspensión.
Como
medios filtrantes, para temperaturas menores de 100º C, se emplean fieltros de
algodón o lana; ciertas fibras sintéticas hasta los 150º C; vidrio y amianto o
sus mezclas hasta 350º C. Para temperaturas muy altas se usan mallas metálicas.
elementos porosos cerámicos, de acero inoxidable.
Fuerza de filtración
El
fluido atravesará el medio filtrante sólo cuando se le aplique una fuerza, que
puede ser causada por la gravedad, la centrifugación, la aplicación de una
presión sobre el fluido por encima del filtro, o de un vacío debajo del mismo o
por una combinación de estas dos cosas.
La
fuerza de la gravedad se usa en los grandes filtros, de lecho de arena y en las
filtraciones sencillas de laboratorio. Las centrifugadoras pueden considerarse
como filtros en los que la fuerza gravitatoria es sustituida por la fuerza
centrifuga, muchas veces mayor que la primera. El líquido es obligado por la
fuerza centrífuga a pasar a través de las paredes de un tambor giratorio
(rotor) finamente agujereadas y tapizadas muy a menudo con una tela filtrante.
El
sedimento queda retenido, saliendo el líquido clarificado.
En
filtraciones lentas, se aplica en el laboratorio muchas veces un vacío parcial.
La mayoría de las filtraciones industriales se realizan con ayuda de la presión
o el vacío, dependiendo del tipo de filtro usado.
Tipos de filtros
Los
filtros se pueden clasificar, de acuerdo con la naturaleza de la fuerza que
causa la filtración, en filtros de gravedad, de presión y de vacío.
También
se clasifican, según sus características mecánicas, en filtros de platos y
marcos, de tambor rotatorio, de discos, de lecho de arena y de pre-capa, entre
otros.
Filtros de gravedad
Son
los más antiguos y también los más sencillos; entre ellos, citaremos los
filtros de lecho de arena, instalados en las plantas depuradoras de agua de las
ciudades, que funcionan con un excelente rendimiento. Están formados por
tanques o cisternas que tienen en su parte inferior una rejilla o falso fondo
sobre el que hay una capa de arena o grava de igual tamaño.
Filtros de presión o de vacío
Son
los más usados en la industria, con preferencia a los de gravedad. La fuerza
impulsora es suplida por presión o vacío y es muchas veces mayor que la de la
gravedad, lo que permite más altos rendimientos de filtración. El tipo más
común de filtros de presión es el filtro prensa, del que hay diferentes
tipos.
Dispone
de una elevada superficie filtrante en poco espacio, por lo que su eficacia es
muy grande.
Citaremos
varios tipos de filtros prensa:
De
cámaras
Formado
por varias unidades de filtración (células, cámaras o placas), constituidas por
placas cóncavas de superficie estriada, entre las que se coloca el elemento
filtrante (paños de lana, seda, nilón, placas de amianto, papel de filtro,
etc.). Las unidades, que son todas iguales, se montan unas al lado de otras y
se comprimen. Las placas primera y última son distintas.
La
primera (cabezal) es fija y va conectada al tubo alimentodor del líquido
turbio. En el centro o en la periferia de cada elemento (según el modelo)
existe un orificio que corresponde al
tubo de alimentación de líquido turbio. Por el canal que forma el conjunto de
orificios de cada placa penetra el líquido, que atraviesa las telas filtrantes,
escurre por las estrías de cada elemento y se recoge, filtrado, en la parte
inferior de cada célula.
La
salida del líquido limpio se realiza por grifos individuales para cada
elemento, o mediante un tubo colector para todos ellos. La placa final es
idéntica al cabezal, pero móvil. De esta manera, entre ella y el cabezal se
pueden intercalar un número variable de elementos según las necesidades y el
volumen del líquido que se filtra.
De bastidores
Entre
cada placa o cámara se coloca un nuevo elemento, consistente en un marco que
hace de depósito del sedimento, con lo cual aumenta mucho la capacidad del
filtro y permite filtrar líquidos con gran cantidad de impurezas o, lo que es
muy frecuente, líquidos turbios añadidos de sustancias pulverulentas
coadyuvantes de la filtración (carbón, kieselgur, etc.). El elemento filtrante
se coloca entre las placas y los marcos,
De bastidores y placas lavadoras
Es
el más completo desde el punto de vista del lavado del sedimento. Se utiliza,
sobre todo, cuando lo que interesa es el precipitado y no tanto los líquidos de
filtración.
La
mayoría de los filtros de vacío están formados por tambores divididos en
comportamientos y recubiertos de tela metálica, metal perforado, algodón, lona
o materiales sintéticos. El tambor gira en un depósito que contiene la masa a
filtrar. El vacío practicado en el interior del tambor absorbe el líquido y
deposita los sólidos en el elemento filtrante. El filtrado se evacua a través
de una válvula del eje. A medida que gira el tambor, puede lavarse y secarse
parcialmente por vacío la materia sólida depositada, antes de ser desprendida
por un rascador. Para los materiales viscosos, los tambores se revisten antes
de la operación con dichos materiales y, a medida que giran, una cuchilla
giratoria continua desprende los sólidos depositados con una pequeña cantidad
del elemento filtrante.
Finalmente,
entre los filtros usados para gases citaremos los captadores de tela también
llamados mangas. En ellos, el gas cargado de polvo pasa por un tejido, sobre el
cual la deposición gradual del polvo forma una capa, que a su vez actúa como
filtro para el polvo siguiente. Como el polvo se acumula continuamente, la
resistencia al paso del gas aumenta paulatinamente. Por tanto, los filtros se
deben sacudir o flexionar periódicamente para desalojar el polvo
acumulado.
http://www.salonhogar.com/ciencias/naturaleza/elagua/filtrosdeagua.htm
Cómo purificar el agua para
beber
Guía
comunitaria para la salud ambiental > Capítulo
6: La protección del agua comunitaria > Cómo purificar el
agua para beber
Es mejor proteger y usar una fuente de agua segura que purificar agua de una fuente contaminada, como un río o una charca. Sin embargo, el agua debe purificarse si se ha contaminado, si la gente no quiere beberla a causa de su color o sabor, o si se transporta y almacena en el hogar (el agua de tuberías, tanques y pozos también debe purificarse antes de su consumo, si existe la posibilidad de que haya sido contaminada).
Los métodos que usted elija para purificar el agua
dependerán de cuánta agua necesite, del tipo de contaminante, de cómo la
almacenará y de los recursos disponibles. Independientemente de cómo se
purifique, lo mejor es filtrar el agua o dejar
que se asiente y vaciarla en otro recipiente antes de desinfectarla. De este
modo se eliminan los sedimentos (partículas de tierra), y al hacerlo la
desinfección será más fácil y eficaz.
Los métodos que explicamos a continuación no podrán
hacer el agua potable si ésta contiene sustancias tóxicas. El agua contaminada
con sustancias tóxicas nunca es segura para beber, bañarse o lavar ropa. Puede
provocar cáncer, salpullido, abortos espontáneos y otros problemas de salud.
Para eliminar los microbios del agua, siga estos 2
pasos: filtrar y desinfectar.
1. Como primera medida, deje que el agua se asiente
por algunas horas y vacíela en un recipiente limpio, o fíltrela usando
Un filtro de tela
o…
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Un filtro de carbón…
Arena
Carbón
Arena gruesa
Agua filtrada
|
2. A continuación, desinfecte el agua usando uno de
estos métodos:
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Hirviéndola |
…o…
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añadiéndole
cloro |
…o…
|
mediante desinfección solar
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…o…
|
añadiéndole jugo de lima o limón
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Cuando el agua se asienta, el lodo y otros sólidos,
así como los microbios y lombrices que causan enfermedades, se depositan en el
fondo del recipiente. Al almacenar agua por 5 ó 6 días, se reduce el número de
microbios que contiene. Sin embargo, algunos microbios, como la giardia, no
desaparecen aunque el agua se almacene por mucho tiempo, y por esto lo mejor es
usar otro método después de asentar el agua, como filtrarla, agregarle cloro o
desinfectarla con luz solar.
El método de las 3 vasijas
El método de las 3 vasijas asienta el agua y
permite que los microbios y el material sólido se depositen en el fondo. Este
método es más seguro que asentar el agua en una vasija, aunque no elimina los
microbios por completo. Después de usar el método de las 3 vasijas, el agua
tendrá que desinfectarse.
Día 1, de mañana: llene la vasija 1 con
agua. Tápela y deje que el agua se asiente por 2 días.
Día 2, de mañana: llene la vasija 2 con
agua. Tápela y déjela reposar durante 2 días. La tierra de la vasija 1 ya habrá
empezado a asentarse.
Día 3, de mañana: vacíe el agua clara de la
vasija 1 en la vasija vacía 3, asegurándose de no revolver los sedimentos que
quedaron al fondo de la vasija 1. El agua de la vasija 3 está ahora lista para
desinfectarse. El agua sucia que queda en el fondo de la vasija 1 se puede
tirar. Lave la vasija 1 y llénela con agua. Tápela y déjela asentar por 2 días
(el agua se sacará y estará lista para desinfectarse el día 5).
Día 4, de mañana: vacíe el agua clara de la
vasija 2 a la vasija 3 para desinfectarla. Lave la vasija 2 y llénela con agua.
Cada 3 ó 4 días, lave la vasija de agua clara
(vasija 3) con agua hervida. Si usa una manguera flexible limpia como sifón
para pasar agua de una vasija a la otra, se revolverán menos los sedimentos que
si vertiera el agua.
Uso de plantas
En muchos lugares la gente se vale de las plantas
para potabilizar el agua. En África oriental se usan las semillas de moringa.
En las Filipinas la moringa se conoce como malunggay, en India como árbol de
rábano picante o árbol de palillo, y árbol de benceno en Haití y República
Dominicana. Para usar semilla de moringa:
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Filtrado del agua
Hay muchas formas de filtrar el agua para quitarle
los microbios. Algunos filtros, como los de cerámica que se muestran más abajo,
requieren equipos especiales. Otros no necesitan dichos equipos y pueden
filtrar un volumen grande o pequeño de agua antes de desinfectarla.
Filtros de tela
Se puede utilizar filtros con tela natural de
tejido muy fino para eliminar los microbios del cólera del agua potable. El
microbio del cólera se adhiere a menudo a un animal diminuto que vive en el
agua, por lo que al filtrar estos animales también se filtra la mayoría de los
microbios del cólera. Con este método se logra además filtrar las lombrices de
guinea.
Se puede construir un filtro de tela a partir de
pañuelos, manta, lino u otra tela. La tela vieja funciona mejor que la nueva
porque las fibras gastadas tienen los poros más pequeños y son mejores para
filtrar.
- Deje
que el agua se asiente en un recipiente, de tal forma que los sólidos se
depositen en el fondo.
- Doble
la tela 4 veces y estírela o átela sobre la boca de otro recipiente o
jarrón de agua.
- Vierta
el agua lentamente del primer jarrón al segundo, pasando a través de la
tela del segundo recipiente o jarrón.
Utilice siempre el mismo lado de la tela. Si le da
vuelta, los microbios entrarán al agua. Después de usar la tela, lávela y
déjela al sol para que se seque. Esto destruye los microbios que quizás
quedaron en la tela. Durante la temporada de lluvias, desinfecte la tela con
cloro. Asegúrese de lavar el recipiente que usa para poner el agua filtrada,
por lo menos cada 2 ó 3 semanas.
Filtros de cerámica
Se puede fabricar un filtro pequeño y efectivo con
barro cocido, recubierto con plata coloidal (una sustancia que mata los
microbios). Después de una capacitación básica, un alfarero local podrá
construir fácilmente estos filtros (encontrará más información en la sección de
otros recursos sobre el agua y el saneamiento).
Tapa de plástico
Filtro de cerámica recubierto con plata coloidal
Cubo de plástico
Grifo de plástico
Filtro de cerámica dentro un cubo de plástico
Cómo hacer un filtro de carbón
Este filtro es fácil de construir y funciona bien
para atrapar la mayoría de los microbios que se encuentran en pequeñas
cantidades de agua.
Materiales: 2 cubos de plástico o de metal, 1 martillo y 1 ó 2 clavos grandes, un cubo de arena gruesa (no arena de mar), un cuarto de cubo de carbón vegetal.
Materiales: 2 cubos de plástico o de metal, 1 martillo y 1 ó 2 clavos grandes, un cubo de arena gruesa (no arena de mar), un cuarto de cubo de carbón vegetal.
- Perfore
agujeros en la base de uno de los cubos. Lave el cubo, que será ahora el
cubo de filtración.
- Limpie
la arena enjuagándola en agua y escurriendo hasta que el agua salga
limpia.
- Muela
el carbón en pequeños trozos. El carbón activado es mejor, pero el carbón
vegetal (de madera común) también funciona. Nunca use carbón en briquetas.
¡Es venenoso!
Cubo de filtración
Abertura
de 10 cm
Arena
8 cm de
carbón
5 cm de
arena
Palos
para sostener el cubo
Cubo
recolector limpio
- Ponga
una capa de arena lavada de 5 cm de espesor en el cubo de filtración y
vierta agua sobre ella. El agua debe salir a través de los agujeros. Si no
sale nada de agua, agrande los agujeros. Si la arena se escurre, los
agujeros son demasiado grandes. Si esto ocurre, retire la arena y coloque
una tela delgada sobre los agujeros y vuelva a poner la capa de arena en
su sitio.
- Coloque
una capa de carbón molido, de aproximadamente 8 cm, por encima de la
arena. A continuación llene el cubo con arena hasta que ésta quede 10 cm
por debajo del borde superior del cubo.
- Coloque
2 palos sobre el segundo cubo y coloque el cubo de filtración encima de
los palos. Ponga agua limpia en el cubo de filtración varias veces hasta
que el agua salga limpia. El filtro estará entonces listo para usarse.
- Para
usar el filtro, deje que el agua que ha recogido se repose antes de
hacerla pasar por el filtro. El agua potable se acumula en el cubo
inferior. Para mayor seguridad desinfecte
el agua después de filtrarla.
Los microbios filtrados pueden crecer en el carbón por lo que, si el filtro se usa a diario, es importante quitar y limpiar con frecuencia el carbón, o cada vez que el filtro se deje de usar por algunos días.
Cómo fabricar un filtro lento de arena para el
hogar
Es uno de los métodos más eficaces y económicos
para filtrar el agua del hogar. Con este filtro se puede filtrar suficiente
agua para una familia pequeña (por lo menos 50 litros diarios).
- Limpie
un recipiente a prueba de agua de 200 litros, por ejemplo un bidón o un
tanque, y desinféctelo con cloro en polvo. Asegúrese de que el recipiente
no haya sido usado para guardar materiales tóxicos.
- Perfore
un agujero a una distancia de 1/3 de la parte superior del recipiente,
para colocar la válvula o el grifo. El diámetro del agujero debe ser igual
al del grifo (por ejemplo, si el grifo tiene un diámetro de 12 mm, el
agujero tendrá también 12 mm de diámetro).
- Ajuste
el grifo en el agujero y fíjelo con masilla que se endurezca. Si utiliza
un recipiente de ladrillo, la válvula o grifo se puede fijar en la pared
del recipiente con cemento.
- Prepare
la manguera colectora, perforando con un taladro o clavo muchos agujeros
pequeños en sus primeros 35 cm; selle la punta de la manguera y póngala en
un círculo en el fondo del recipiente, con los agujeros perforados hacia
abajo.
- Conecte
el otro extremo de la manguera (el que no tiene agujeros) al grifo. Selle
los acoplamientos del tubo con abrazaderas o alambre.
- Ponga
una capa de grava limpia, de 7 cm de espesor, en el fondo del recipiente,
cubriendo la manguera colectora. Cubra la grava con una tela fina y llene
el recipiente con arena de río limpia hasta un punto 10 cm por debajo del
grifo. A continuación cubra la arena con otra tela fina.
- Fabrique
la tapa del recipiente, con un agujero para verter el agua. Coloque una
piedra plana o un plato debajo del agujero para evitar que la arena se
revuelva cuando vierta el agua.
- Purgue
completamente el filtro con agua. Una vez que el filtro esté limpio,
estará listo para uso diario.
Recipiente de 200 litros
Tapa
Piedra plana
Arena lavada
Grava lavada
Vierta el agua aquí
Grifo
Tela fina
Manguera flexible de 20 mm de diámetro
Cómo usar y mantener el filtro lento de arena
Después de algunos días de uso, una capa de lama
verde (bacterias y algas) crecerá encima de la arena. Esta capa ayuda a
purificar el agua, así que no la retire. Para que esta capa sea eficaz, la
arena debe mantenerse siempre cubierta de agua. (Esto explica por qué el grifo
se coloque por encima del nivel de la capa de arena). Llene el filtro cada día
y saque el agua en pequeñas cantidades. Si el filtro se vacía completamente,
perderá su efectividad y deberá limpiarse y volverse a llenar.
Deje que los sólidos se asienten en el agua antes
de verterla en el filtro; así no será necesario limpiar el filtro con tanta
frecuencia, ya que el agua que ingresa en él estará más limpia. Si vierte el
agua dejándola caer desde arriba, como una cascada, podrá airearla a medida que
ingresa, lo que le dará un mejor gusto.
Cuando el agua empiece a salir lentamente por el
grifo, tendrá que limpiar el filtro. Vacíe toda el agua del filtro y quite la
lama junto con 1 cm de la capa superior de arena. Después de limpiarlo varias
veces, cuando más de la mitad de la arena se haya retirado, reemplace toda la
arena y la grava con materiales nuevos y limpios, y empiece de nuevo el
proceso. Será necesario reemplazarlas 1 ó 2 veces al año.
Filtrado de arsénico
Para filtrar el arsénico del agua, agregue un
recipiente lleno de clavos de hierro en la parte superior de un filtro lento de
arena. Ponga entre 3 y 5 kg de los clavos más pequeños en el recipiente. No
utilice clavos galvanizados, ya que se necesita que los clavos se oxiden para
que puedan filtrar el arsénico. El arsénico se adhiere al óxido de los clavos
de hierro y así se elimina del agua potable (encontrará más información en la
sección de recursos sobre el agua y el saneamiento).
Desinfección del agua
Al desinfectar el agua se eliminan los microbios de
ella; si la operación se hace correctamente, el agua queda totalmente potable.
Los métodos más efectivos son hervir el agua, desinfectarla con luz solar o
aplicarle cloro.
¡IMPORTANTE! Estos métodos NO eliminan las sustancias tóxicas
del agua.
Hervir el agua
Al hervir el agua por 1 minuto se eliminan los microbios. |
Hervir el agua por 1 minuto elimina todos los
microbios. Ponga el agua a hervir a fuego fuerte. Una vez que empiece a hervir,
deje que hierva por 1 minuto completo antes de retirar la olla para enfriarla.
En zonas montañosas, el agua debe hervir por 3 minutos para eliminar los
microbios, ya que el agua hierve a una temperatura más baja en lo alto de las
montañas.
Al hervir, el agua cambia de sabor. Una vez que el
agua hervida se haya enfriado, viértala en una botella y agítela vigorosamente.
Esto agrega aire al agua y mejora su sabor.
Hervir el agua en lugares donde la leña es escasa
puede ser difícil. Es mejor hervir el agua después de preparar la comida, pero
antes de que el fuego se apague; de esta manera se utilizará menos leña.
Cómo desinfectar el agua con la luz solar
La desinfección solar es una manera muy efectiva
para purificar el agua valiéndose sólo de la luz del sol y una botella. Si el
agua se filtra o se deja asentar primero, se aclarara más y por lo tanto se
desinfectará más rápido. La desinfección solar funciona mejor en países
tropicales, donde es más fuerte la luz solar. Mientras más al norte o al sur
esté de la línea ecuatorial, mayor será el tiempo necesario para realizar la
desinfección solar. (Vea otros recursos sobre agua y
saneamiento.)
- Limpie
una botella transparente de plástico o vidrio, o una bolsa de plástico.
Las botellas de plástico PET son más eficaces.
- Llene
la botella hasta la mitad y agítela por 20 segundos. Esto agregará
burbujas de aire al agua. Sigue llenando la botella. Las burbujas de aire
ayudarán a desinfectar el agua más rápido.
- Coloque
la botella en un lugar abierto donde no haya sombra y donde no la puedan alcanzar
las personas o los animales (por ejemplo, en el techo de la casa). Deje la
botella al sol por lo menos 6 horas en un día soleado o 2 días si está
nublado.
- Beba
directamente de la botella. Esto evitará una posible contaminación por
contacto con las manos u otros recipientes.
La desinfección solar se puede hacer más rápido y
más completamente poniendo la botella en una cocina solar.
Use 1
lima o limón por cada litro de agua.
Jugo de lima o limón
Al añadir el jugo de un limón a 1 litro de agua
para beber y dejar asentar el agua por 30 minutos se elimina la mayoría de
microbios del cólera y algunos otros microbios. Aunque este método no hace el
agua completamente potable, es mejor aplicarlo que no darle ningún tratamiento
al agua en zonas donde el cólera es una amenaza. Si se añade jugo de lima o
limón al agua antes de aplicar la desinfección solar o el método de las 3
vasijas el agua será más segura.
Cloro
El cloro es barato y fácil de usar para eliminar la
mayoría de los microbios del agua para beber. Pero si se aplica muy poco el
cloro, no elimina los microbios, y si se aplica demasiado el agua tendrá mal
sabor. Resulta más práctico utilizar el cloro en sistemas comunitarios de
distribución de agua ya que sería difícil que un solo consumidor la aplicara
correctamente todas las veces. Para utilizar el cloro en la desinfección del
agua en un hogar, siga las instrucciones de "¿Cuánto cloro se debe
agregar al agua?".
En cantidades excesivas, el cloro es peligroso
tanto para la gente como para el medio ambiente, aunque las cantidades
utilizadas para desinfectar el agua en el hogar y en la comunidad son seguras.
Es mejor desinfectar el agua con cloro que arriesgarse a sufrir problemas de
salud debido a los microbios.
¿Cuánto cloro se debe agregar al agua?
La cantidad de cloro necesaria para desinfectar el
agua depende de la contaminación que está presente (el número y tipo de
microbios que tiene). Mientras más microbios haya en el agua, mayor cantidad de
cloro se necesitará para eliminarlos. Es importante aplicar suficiente cloro
para que una parte quede en el agua después de eliminar los microbios. El cloro
que queda se llama cloro libre, y seguirá eliminando a cualquier microbio nuevo
que entre al agua. Si el agua tiene cloro libre, tendrá un leve olor y gusto a
cloro. Esto indica que el agua es potable. Si tiene demasiado cloro, el olor y
el sabor serán muy fuertes y desagradables.
Para aplicar la cantidad adecuada de cloro,
necesita saber la concentración de la solución que va a utilizar. El cloro se
consigue en distintas formas: gas, en polvo, hipoclorito de alta concentración
(HTH) y soluciones líquidos para el hogar. El cloro para el hogar es lo más
común.
Las soluciones de cloro vienen en distintas
concentraciones. Las más comunes son del 3,5% y del 5%. Aquí mostramos cómo
desinfectar el agua con cloro del 5% para el hogar. Lea la etiqueta del cloro
para saber la concentración. Si es menos del 5%, necesitará añadir más cloro.
Si hay mucho material sólido en el agua, el cloro
será menos efectivo. Para aumentar la eficiencia del cloro, podrá filtrar el agua, o dejar
que el agua se asiente. Vacíe el agua clara en un recipiente limpio y agregue
el cloro a continuación. Si no puede filtrar el agua y está turbia, use el
doble de la cantidad de cloro recomendada abajo.
Agua
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Cloro de 5%
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Para 1 litro
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2 gotas
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Para 4 litros
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|
8 gotas
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Para 20 litros
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1/2 cucharadita
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Para un barril de
200 litros
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|
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5 cucharaditas
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Deje reposar el agua con cloro por 30 minutos. Si
el agua tiene un leve olor y sabor a cloro, ya es segura para beber. Si no tiene
gotero, puede meter una cuchara en el cloro y dejar que las gotas caigan una
por una de un lado.
Aguas residuales: ¿un
problema o un recurso?
La cantidad de agua presente en el planeta se mantiene constante, y es utilizada una y otra vez. Sin embargo, el agua que se escurre y la que se usa para lavar, en terrenos agrícolas, en el saneamiento o en la industria, con frecuencia contiene microbios y sustancias químicas que la hacen inadecuada para beber, bañarse o lavar.
La cantidad de agua presente en el planeta se mantiene constante, y es utilizada una y otra vez. Sin embargo, el agua que se escurre y la que se usa para lavar, en terrenos agrícolas, en el saneamiento o en la industria, con frecuencia contiene microbios y sustancias químicas que la hacen inadecuada para beber, bañarse o lavar.
El agua no contaminada con sustancias tóxicas o
excrementos puede usarse de nuevo tras un tratamiento muy sencillo. El método
que mejor se adapte a su hogar o comunidad depende de la cantidad de aguas
residuales que debe tratarse, el tipo de contaminantes que contienen, el uso al
que se destinará, y el tiempo, espacio y trabajo que usted puede apartar para
las tareas de tratamiento.
Soluciones para las aguas grises
Las aguas grises son aquellas que han sido
utilizadas para lavar y para otras tareas domésticas en el hogar, pero no
contienen excrementos. Mientras no contengan jabones tóxicos o cloro (ver “Cómo preparar productos de
limpieza más seguros”), las aguas grises, después de un sencillo
tratamiento, podrán volver a utilizarse para los huertos o descartarse sin
tratamiento alguno en el suelo.
¡IMPORTANTE! Las aguas grises nunca son potables y no deben
beberse.
Existen diferentes tipos de sistemas de aprovechamiento de aguas grises
(ver la sección de recursos sobre el agua y el saneamiento). Todos
los sistemas son adecuados siempre que:
- Sean
fáciles de construir y mantener.
- Puedan
mantener el agua sin grasa, cloro concentrado,
disolventes y otras sustancias químicas.
Humedales construidos para filtrar las aguas grises
Un medio para tratar las aguas grises es imitar la
manera en que la naturaleza lo hace, al filtrarlas a través de varias capas de
plantas, tierra y piedra. Los nutrientes de las aguas grises alimentan a las
plantas y las plantas agregan oxígeno al agua, ayudando a limpiarla. Los
humedales construidos también:
- Proveen
agua para el riego de cultivos alimentarios.
- Sirven
para cultivar otras plantas útiles como el bambú o la caña.
- Reemplazan
las aguas estancadas sustituyéndolas con jardines atractivos.
¡IMPORTANTE! Los humedales construidos no pueden purificar los
excrementos humanos (heces).
Cómo construir un humedal
Para planificar la construcción de un humedal debe
tomar en cuenta los siguientes factores:
- El
espacio que necesita y la profundidad que debe tener. Cuanta más agua
fluya por el sistema, mayor será su tamaño y más profundo tendrá que
hacerse para que pueda filtrar las aguas grises adecuadamente. Si el agua
fluye demasiado rápido, el lecho de cañas no podrá efectuar debidamente la
limpieza.
- ¿Está
la fuente de agua a una altura superior que el humedal? Como el agua debe
fluir en toda la extensión de éste, debe provenir de una fuente superior,
o de lo contrario debe bombearse.
- ¿Hacia
dónde fluirá el agua que ha sido limpiada?, ¿Puede almacenarse en un tanque
o conducirse hasta un jardín?
Los humedales se pueden construir en cualquier
lugar donde haya un espacio suficiente; si no es así, podrán construirse en un
recipiente encima del suelo, por ejemplo en un barril de 200 litros. En lugares
donde se cuenta con un suelo bien drenado o aguas subterráneas elevadas, excave
un pozo y revístalo con un plástico grueso o cemento. En áreas con suelo de
arcilla no se necesita revestimiento.
Cómo mantener un humedal construido
Plantas de humedal disponibles
en el lugar
en el lugar
Tubería de ingreso (aguas grises provenientes de la casa)
Piedras pequeñas
(2 a 4 cm de circunferencia) alrededor del tubo de entrada
(2 a 4 cm de circunferencia) alrededor del tubo de entrada
Arena áspera y grava pequeña (máx. 2 cm de circunferencia) en el lecho
del humedal
7 a 8 cm de mantillo orgánico para evitar los olores y la propagación de
zancudos
Tubos de salida
(4 a 5 cm de circunferencia), a un máximo de 15 cm por debajo del nivel del tubo de entrada
(4 a 5 cm de circunferencia), a un máximo de 15 cm por debajo del nivel del tubo de entrada
Piedras grandes
(4 a 5 cm de circunferencia) alrededor del tubo de salida
(4 a 5 cm de circunferencia) alrededor del tubo de salida
Hoyo de 30 a 70 cm de profundidad
Un humedal excavado en el suelo puede purificar
grandes cantidades de aguas grises
Las necesidades de cada humedal construido serán
distintas, dependiendo de la cantidad de agua, tipo de tierra, plantas, y otras
condiciones. Experimente hasta averiguar la mejor manera de hacer eficaz el
humedal.
- Si
las plantas se secan o mueren, esto significa que el
agua que fluye no es suficiente: se deben añadir fuentes de agua al
sistema, el pozo se puede hacer más pequeño o menos profundo, o se pueden
añadir otras plantas.
- Si
el agua no fluye bien, trate de ponerle piedras más grandes y menos
arena, o ponga el tubo de salida más abajo.
http://es.hesperian.org/hhg/A_Community_Guide_to_Environmental_Health:C%C3%B3mo_purificar_el_agua_para_beber
La más básica forma de filtrar el agua es con una
botella:
Toma una botella de plástico, boca ancha,
y córtale el fondo. Luego necesitas diferentes tipos de piedras, desde gruesas
a muy finas, idealmente ripio, gravilla, arena, arcilla. Entonces, la boca de
la botella es la parte por donde recoges el agua filtrada, por lo que debes
empezar colocando las piedras desde la más fina a la más gruesa desde ahí. Así,
lo primero que debes colocar es un papel filtro en la tapa de la botella
(previamente agujereada). Después colocas la arcilla más fina, luego una capa
de arena, después gravilla fina, finalmente ripio. Y listo! agregas agua por
arriba y poco a poco va permeando entre las capas de tierra y las tierras van
reteniendo las partículas en suspensión constituyendo un buen filtro casero. Si
puedes conseguir carbón activado puedes agregarlo entre capas para ayudar la
limpieza y decoloración. Después de filtrar el agua si puedes agregarle un poco
de cloro tendrás agua técnicamente potable y barata
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa verdad, la página es largísima, nunca termina. Deberían dividirla en varias páginas por que no voy a leer toda la página, y siento que me estoy perdiendo información imoportante.
ResponderEliminarTal vez aquí diga muchas cosas sobre la purificación del agua, pero la verdad no leí nada... Se que la página habla sobre los filtros de agua.
Por favor dividan la página en varias más pequeñas. Saludos.